miércoles, 23 de enero de 2019

Volver a empezar...

Ayer a la noche, después de cenar, mientras lavaba los platos, mi papá me llamó "culona". Mi mamá se rió y le festejó el chiste.
Hoy a la mañana me pesé: 47,5. Tengo que volver a bajar de peso. No entiendo cómo pude dejarme llegar a esto de nuevo.

domingo, 31 de julio de 2016

Not a word to say

Claramente, hay algo que no está funcionando bien en mí.

Dejé a mi psicólogo creo que una semana después de la última entrada. ¿Por qué? No lo sé. Yo y mis impulsos. Simplemente lo dejé y no pienso regresar. Ahora estoy buscando un nutricionista. No sé para qué, nunca respeto lo que dicen, nunca estoy de acuerdo con nada, nunca me sirvieron de nada.

Volví a hablar con mi ex. Idiota de mí. No lo intereso yo, solo mi cuerpo. Todos los hombres me ven igual, un envase vacío al cual usar cuantas veces quieran y al que después dejan tirado. El deporte me dio un "buen" cuerpo. Todos los hombres opinan eso. No yo. Todos los hombres que me ven quieren sexo. Los odio por eso.

¿Mi peso? Ni sé cuánto pesaba cuando publiqué la última entrada. Estoy en 46. Asquerosa. El fin de semana que viene compito... seré una morsa con malla. Me siento un fracaso. Un completo fracaso. Necesito pastillas y dormir.

martes, 7 de junio de 2016

Después de la tormenta, llega la calma


 
Siento lo de la entrada anterior. Es solo que mi papá me enferma más de lo que yo estoy y es capaz de sacar lo peor de mí y de intoxicarme y hacerme sentir la peor mierda del mundo. Les agradezco a todas por los ánimos y por los comentarios. Sé que lo mejor sería alejarme, de verdad que lo sé, pero es complicado, o yo lo hago mucho más complicado de lo que es. Todavía no termino de entenderlo del todo y es un tema que no suelo hablar mucho así que... no lo sé. Sí, cuando me vaya romperé todos los lazos con él (probablemente con el resto de mi familia también, al menos por un tiempo), pero parece que  no soy fuerte como para irme de aquí y romper los lazos que, ahora mismo, me ahorcan y asfixian. Puedo poner mil excusas (que no tengo dinero, que la zona donde vivo me queda perfecta porque está en el medio del trabajo y patín, que mis amigas viven por aquí, que no pago renga). Son todas excusas. No soy fuerte. Me ato yo misma al dolor porque me da miedo dejarlo ir y descubrir qué hay debajo... qué queda de mí debajo de toda la mierda de él que me aplasta y me contamina.




Cambiemos de tema. Ahora hablemos del peso. Me niego a pesarme. Debería estar en los 44 y pico ya, pero no quiero pesarme porque desde el sábado a la madrugada que no voy al baño. Mañana tomaré laxantes a la salida del trabajo, espero que me dé tiempo a llegar a casa xd
No puede ser que mi cuerpo se niegue a hacer sus necesidades si no tomo laxantes. La semana pasada también estuve 4 días sin ir al baño hasta que el sábado, en mi ataque de locura, tomé laxantes.
Hoy me pasé y consumí 500 calorías (se supone que eran 300 calorías al día). Igualmente, no me siento culpable por varios motivos: (1) solo comí frutas y verduras, nada de harinas ni azúcar; (2) entrené una hora y media y caminé también una hora y media, lo cual equivaldría a 900 calorías quemadas, aproximadamente. Es decir que debería haber bajado, mínimo, 300 gramos solo hoy. En fin, a ver qué marca la báscula cuando me pese.
Lo que me falta es encontrar una forma de dormir más, porque entre que me acuesto tarde, me levanto temprano y que siempre tuve problemas para dormir, no estoy descansando demasiado y sé que eso no ayuda a bajar de peso.


Me iré a la cama que no doy más. Mañana a la mañana, si me levanto con tiempo antes de irme al trabajo, pasaré por vuestros blogs para leerlas un poco. Las quiero, niñas.

domingo, 5 de junio de 2016

I wish to disappear

Buenas noches.

Hoy no es mi día. Hoy no me siento optimista ni bien.

Ayer en la tarde, tras una discusión fuerte con mi padre, tomé muchas pastillas (ansiolíticos, anti
psicóticos, anti depresivos y laxantes). No sé si fue por la cantidad que tomé de cada pastilla o porque hacía mucho que no las tomaba pero me cayeron fatal. 
Me pasé la noche entera temblando, sintiendo que me quedaba sin aire y sudando frío hasta que me dormí. Dormí 15 horas de corrido. Me desperté y estaba mejor... fui al baño unas 20 veces, vomité otras cuantas. Tomé mucha agua. Pero era como si estuviera atontada, no podía pensar con claridad, como si mi mente estuviera embotada o algo por el estilo. Seguí durmiendo como por 3 horas y... estoy mejor, al menos físicamente. No sé por qué todavía permito que mi siga afectando él, su comportamiento y sus comentarios. Me supera y es capaz de despertar lo peor de mí.

Bajé solo 800 gramos. Estoy en 45. Claramente, no llegaré a los 40 para el fin de semana. Era una
meta para nada realista, lo sé. Debería estar feliz por lo que bajé pero no es suficiente para desaparecer. Siento que estoy atada al estilo de vida que llevo, al lugar en el que estoy. No sé si es lo que los psicólogos llaman zona de confort.  No sé si es el sentimiento que tengo de que me merezco toda la mierda que pasé aquí y todos los recuerdos constantes que hay aquí. De verdad que no sé qué es lo que me mantiene aquí. Lo único que sé es que, por más que una parte de mí quiera alquilar ya mismo una casa, largarse y romper todo contacto con mis padres, hay otra parte que lucha contra eso, la somete y se impone. Esa parte no quiere irse. Esa parte quiere desaparecer.




jueves, 2 de junio de 2016

Primeros progresos

Mientras escribo esta entrada, estoy tomando mates. Desde la entrada anterior, desde que estoy determinada a perder peso y a llegar, de nuevo, a los 33 kilos, se convirtió en mi mejor amigo. Yerba, agua, un poco de edulcorante y a matar el hambre.

Igualmente, no estoy haciendo ayunos. No me siento lista, es como si esa parte de mí se hubiera escondido y todavía no la encuentro. Me da miedo intentarlo y fracasar. Anyway, es solo cuestión de tiempo. Sé que en cuanto baje un poco de peso, va a ser inevitable querer perder más y comenzaré con los ayunos, vómitos y laxantes. Por ahora, está controlado. Según la mayoría de los psicólogos por los que pasé, es una falsa sensación de control. pero no me importa en lo más mínimo. Sé lo que quiero y sé que lo terminaré consiguiendo, cueste lo que cueste.

El lunes me pesé y estaba en 47 kilos. No está mal, sí, soy una vaca y estoy horrible y me odiaré infinitamente por permitir que aparezca ese número en la báscula, para qué voy a negarlo. Cuando me dieron de alta, hace poco más de 2 años, pesaba 60 kilos. Al principio tenía que ir a controles semanales y luego mensuales así que me mantuve en ese peso. Pero luego lo dejé y. desde ese momento, he tenido semanas malas, otras muy malas, en las cuales ni probaba bocado y otras en las que me atracaba y no me purgaba ni me laxaba, permitía que todas las calorías y la grasa se quedará en mi cuerpo. Sin embargo, creo que haber bajado 13 kilos sin siquiera buscarlo no está mal. 

Hoy en la mañana me pesé y estoy en 45,8. En 3 días, peso 1 kilo y 200 gramos menos, es decir 400 gramos menos al día. Si bien creo que es un gran avance y me siento bien por eso, no es suficiente. 45,8 es muchísimo para mi cuerpo, para lo que estoy acostumbrada y, más que nada, para lo que mi mente perfeccionista me grita constantemente. Para el 11/12 de este mes, me encantaría estar en 42 kilos. Tendría que bajar poco más de medio kilo por día para llegar a esa meta. Sí, suelo ser bastante drástica y no me gusta tardar en bajar de peso :P

Ayer comencé a anotar todo lo que comía, como antes. Me funcionaba mucho esa técnica. Ayer consumí 224 calorías. Hoy llevo 161 y todavía me queda la cena. Supongo que comeré una ensalada. Igual, me auto prometí, estas promesas nunca suelo cumplirlas, que no me sentiré culpable si consumo hasta 300 calorías al día. 

Camino media hora al día, obligatoriamente, lo cual equivaldría a 100 calorías menos (en teoría, se queman más, pero prefiero calcular eso y luego sorprenderme :P ).Entreno 4 veces por semana, un total de 6 horas, aprox. Solo, espero llegar a los 42 para el fin de semana que viene. 

Mañana en la mañana volveré a pesarme a ver cómo me fue hoy y, si me levanto con tiempo y tengo ganas, me tomaré las medidas de mi cuerpo (aunque me da un poco de miedo porque hace muchísimo tiempo que no hago eso). En fin, les iré comentando qué tal me va.

lunes, 30 de mayo de 2016

News, my darlings

Buenos días. Buenas tardes. Buenas noches. ¿Pueden creer que pasaron casi 2 años de mi anterior entrada? La vida es como un yo-yo, mis niñas. Siempre termino regresando aquí y, si bien espero que ninguna de ustedes siga en este mundo o siga con esos sentimientos auto destructivos, decir que no quiero saber de ustedes sería auto engañarme.

¿Qué pasó en estos dos años? Picos y depresiones, o sigo con lo del yo-yo, subimos y bajamos. Haré como cuando era pequeña, siempre empezaba por lo malo para que, después, lo dulce me quitara la amargura y el sin sabor (si quieren pueden saltarse lo malo, o saltarse toda la entrada).

A fin del año pasado, terminé la carrera, en realidad me falta hacer la tesis, pero yo ya me considero recibida. Fue poner el cierre a una etapa de mi vida. Fue cumplir con mis objetivos y ver el resultado de años de esfuerzo (o no tanto esfuerzo, debo reconocer que nunca fui la más estudiosa). Si bien al principio me encontré como sin objetivos, no me duró mucho tiempo y encontré nuevos objetivos.

Desde enero hasta marzo pasé por... 4 trabajos, creo. Pueden haber sido más. Claramente, ninguno de ellos era para mí. Dos de telemarketer, uno de vendedora y el otro para recaudar donaciones. Amo a Greenpeace, no me malinterpreten, pero el sueño de mi vida no es pasarme 6 horas parada en la calle intentando convencer a gente antipática que me pase los datos de su tarjeta de crédito. Hace un mes y medio encontré mi lugar, mi trabajo, el que me hace feliz, al que voy todos los días con una sonrisa en el rostro.

¿Recuerdan que patinaba? Bueno, sigo haciéndolo. Me cambié de club, la relación que tenía con mi antigua entrenadora era muy tóxica y ni siquiera me estimulaba a mejorar y superarme a mí misma. Ahora entreno con una profesora apenas 3 años mayor que yo, gritona, que nos reta cada 10 minutos, que me corrige todo... pero que también sabe felicitarme cada vez que hago algo bien, cada vez que me caigo (después de gritarme por haberme caído y no haberlo hecho bien) se me acerca con una sonrisa y me ayuda a levantarme y, lo más importante de todo, cree en mí. En menos de 15 días, compito. También está el proyecto de ir al Nacional este año, pero hay que ver si me dan los tiempos con el trabajo. Igual, se dé o no, que me lo propusiera y que me dijera que quería llevarme, vale todo.

Buenas noticias creo que son todas. Ahora, una noticia que no sé dónde ubicar... para ir caldeando el ambiente y no pasar de lo bueno a lo malo en unas palabras :P

Estoy yendo con un psicólogo. Es un hijo de puta pero por eso me cae bien. Bueno, lo de hijo de puta creo que es demasiado. Por ponerlo de una forma, me dice todas sus verdades (que no suelen ser pocas) sin miedo a hacerme daño. Normalmente los psicos me miraban con miedo, como si fuera a romperme o a largarme a llorar y morir de deshidratación o algo por el estilo. Él me ve como alguien fuerte. Empecé a ir con él en abril, todavía no le conté casi nada pero se da cuenta solo, aunque todavía me las deje pasar. 

Ahora, malas noticias, prometo no escribir huevadas emotivas porque no tengo ganas de deprimirme yo ni de deprimir a nadie más. Si van a leer, pueden hacerlo tranquilas. Les recomiendo palomitas de maíz, a las que coman, porque se puede llegar a armar un culebrón aquí :P

Empezaría por decir que subí de peso, pero eso mejor dejarlo de lado. Es revertible (y sí, pienso revertirlo, si no no estaría aquí). Así que, cuestión peso, comida, cortes, vómitos, laxantes y demás asquerosidades quedarán para más adelante.

Cuando escribí la última entrada aquí había comenzado a salir con un hombre. Él 32 años, yo 20. Él un pasado duro pero un presente estable, dentro de todo, y bien (según él). Vamos que era lo que él quería. Yo... bueno, mi cabeza no estaba muy bien en ese momento. Él me aceptó incluso con mi caos mental. Me aceptó cuando llegaba a su casa en la noche con el estómago lleno de cortes, cuando me desmayaba en su casa o paseando con él por no comer. ¿Para qué hacer la historia larga? Me deprimí al punto de no querer ver a nadie por 6 meses. Yo le decía de vernos en algún lugar, él me decía de ir a su casa. Yo no quería ir a su casa, él no quería que nos viéramos en otro lugar. Tenía motivos para estar deprimida (el próximo punto será eso). 

En fin. "Cortamos". Seguíamos hablando todos los días, seguíamos diciéndonos cursilerías. Me enteré que me engañó. Durante 10 meses, tenía sexo con otra. Adiós la poca autoconfianza y seguridad que me quedaba. Cortamos de verdad. A los 15 días, acordamos juntarnos para hablar y poner un cierre como dos personas maduras. Me dijo que quería volver. Le dije que no podía. Me dijo que era una inmadura, que no quería verme ni saber de mí nunca más en su vida. Hablando de madurez... ¿Estoy bien? Fue hace a principios de este año. Pasó tiempo ya pero hay muchas espinas que todavía me joden. 

Punto 2, motivo de mi depresión. Fallecieron mis dos abuelos. El 12 de abril mi abuela. Estaba en estado vegetativo (algo que los médicos nunca nos dijeron y me enteré cuando pedí la historia médica). Nos decían que tenía el cerebro inflamado. Que mejoraría aunque no volvería a ser la misma y seguro que perdía muchas facultadas. Eso es sembrar esperanza en vano. El 12 de abril, fui al hospital a visitarla. Los médicos nunca me avisaron que había fallecido. Me la encontré así en la cama. Fue la última imagen de ella que tengo... por suerte, tengo buenos recuerdos, pero ese no me lo quitará nadie tampoco.

El 19 de julio, mi abuelo. Él tenía Alzheimer pero, físicamente, estaba bien. Tuvo un paro cardíaco y falleció mientras dormía. La enfermera que lo estaba cuidando en su casa me llamó y me avisó. Fui y le di un beso, el último beso que le daría. Al menos sé que no sufrió y sé que él quería irse. Si bien no podía expresarlo en palabras, había días que recorría la casa buscando a la señora que vivía con él. Después de 55 años de casados, la soledad fue demasiado para él, supongo. (Esto no es una huevada emotiva pero estoy llorando, sorry por no cumplir con lo prometido).

¿Saben qué? Me voy a comer chocolate. Será mi despedida. Mañana comenzaré dieta/ayuno. Tal vez eso me haga sentir mejor. Empezaré a visitarlas en cuanto pueda, el trabajo no me deja demasiado tiempo, pero no me olvido de ustedes. Las amo, porque sé que ustedes entienden, porque me apoyaron en mis momentos más bajos e intentaron abrirme los ojos cuando yo no quería mirar. Nunca les agradecí por eso. Gracias, a cada una de ustedes, preciosas, por intentarlo y por estar siempre a mi lado.

jueves, 23 de octubre de 2014

Hola, niñas lindas. ¿Cómo estaís todas? Me gustaría saber de ustedes, saber si alguna se recupero, si siguen igual o si puedo hacer algo por ayudarlas... Las quiero, por más que no entre casi nunca siempre las recuerdo...